La magia de la lectura en voz alta

¿Cuál quieres? Le digo a Vicente señalándole su biblioteca y sus ojos se iluminan. Sabe que el tiempo que empieza a transcurrir con su selección del libro y la lectura es un tiempo para los dos. Que va a escuchar a su mamá a hacer las voces, las caras o los movimientos que le proponen los cuentos y que seguro vamos a reírnos, a cantar o terminaremos pintando. 

O quizás después del libro no pase nada más, porque todo está pasando en ese momento. Un instante en el que nos abraza una luz especial llena de calidez. Como si nuestros corazones se entrelazaran, como si nuestras auras se juntaran. Con una excusa perfecta, que además nos pone en presencia plena, porque nos entregamos al libro, a las ilustraciones, a lo que el(la) autor(a) y el(la) ilustrador(a) nos proponen, descansamos en ellos. 

¿Qué está sucediendo cuando se suman el lenguaje y el consuelo, la atención mutua y las narraciones agradables? Según la escritora del libro: La magia de la lectura en voz alta, Meghan Cox Gurdon: “En esta era llena de distracciones necesitamos cambiar nuestra idea de lo que es leer en voz alta y de los efectos que produce. No es simplemente un pasatiempo sencillo, agradable y nostálgico que podemos adoptar o dejar sin consecuencias. Tenemos que reconocerlo como el acto tremendamente transformador e incluso contracultural que es”

En Tintea nos emociona creer que cambiamos la corriente del mundo con la lectura en voz alta. Que movilizando a los adultos a encontrar ese espacio-tiempo con sus hijos o niños a cargo mediamos en una de las acciones más económicas y a la vez más eficaces para sembrar bondad en la humanidad. 

Pero que además de este propósito de Tintea, que le da sentido a lo que hacemos, nos emociona ver lo que pasa en el cerebro de un niño. Les compartimos uno de los estudios que incluye Meghan en su libro. “Uno de ellos reveló que el cerebelo, la parte del cerebro que ayuda a orquestar el perfeccionamiento de las habilidades, se activaba con más fuerza en los niños que expresaban un mayor interés en que les leyeran cuentos. Y esto es importante porque reciben una intensa formación en sus primeros años de vida. El cerebro de un niño pequeño tiene una gran plasticidad y adaptabilidad, y además se desarrolla a pasos agigantados”. 

Nosotras nos quedamos ¡Wow! con esa información, y no podíamos dejar de leer todas las cosas importantes que pasan en el cerebro de un niño gracias a la lectura en voz alta. Por eso creemos que vale todo soltar las excusas para no hacerlo, ya que estamos seguras de que lo que pasa en el corazón, aunque no haya aún estudios que lo midan, es más potente.