Cuando un(a) niño(a) llega a nuestra vida, sea porque somos maestros(as), cuidadores(as), o ma-padres, el juego reaparece como una herramienta de conexión y desarrollo. Y a veces nos intimida, porque el adulto en nosotros no sabe bien a qué jugar, cómo, con qué y de qué forma hacer de esta una actividad divertida y no otra tarea difícil de la crianza.
¿Qué hacer para reconectarnos con la(el) niña(o) que somos cuando la vida nos invita a jugar? A mi me funciona recordar a qué jugaba cuando era niña y cuáles eran los juguetes con los que más me divertía. En mi caso, cualquier objeto de la vida cotidiana era un juguete. Pasaba horas alineando y dándoles personalidades a los frascos, tarros y contenedores de la cocina. Claro que también atesoraba las muñecas, las casitas y las pelotas, pero estos elementos me invitaban a un juego más definido, por decirlo así, mientras que aquello que no se consideraba juguete, por los adultos a mi cargo, era lo que me permitía ser por un rato música, profe de escuelita, cocinera y artista.
Hay una canción que me recuerda un poco esos juguetes que impulsaban mi imaginación y me permitían volar sin límites. Es una historia cantada por los genios de Colectivo Animal (por cierto, súper recomendados) que se llama El juego del puercoespín y habla de un puercoespín que jugaba con un tronco hueco. Ese tronco se volvía una nave espacial, un gran tobogán y hasta un instrumento musical. El puercoespín la pasaba tan bien con su tronco que invitó a un oso grande y negro a jugar con él, pero el oso pensaba que estaba muy viejo para jugar, a lo que el puercoespín le responde:
¿En qué momento dejamos de jugar y creímos que estábamos muy grandes para eso? Para los(as) niños(as) jugar es una actividad muy seria, de hecho es su principal “trabajo”. Y es que el juego es tan importante en el desarrollo, la socialización y el aprendizaje que, mejor dicho, ese será otro texto.
Por ahora la invitación es a pasar de ser el oso gruñón y jugar como el puercoespín, divertirte con un tronco hueco huecoooo (perdón, se me pegó la canción) o con cualquier otro elemento que sirva para dejar a la imaginación volar.
En Tintea hicimos una selección muy bella de algunos elementos hechos a mano en Colombia, con materiales cercanos y tibios al tacto como la madera y la tela. Juguetes con los que se construyen torres, casas o cuevas, con los que se puede inventar el juego que quieras.
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Felicitaciones pa’lante es palla